Antiguamente cuando se veía un coche con los cristales tintados se pensaba que se trataba de un vehículo oficial y se estaba tratando con ellos de proteger la intimidad de los ocupantes. Actualmente el proceso de tintado de lunas no solo se usa para este fin, sino que es usado por los usuarios normales para mejorar sustancialmente el confort en el vehículo, para reducir la factura de combustible y también en mantenimiento del vehículo.
Protege tu bolsillo, a tu vehículo y sus ocupantes
Pero se puede uno preguntar, qué aporta el tintado de lunas para que gastemos menos combustible. La respuesta es sencilla a la vez que muy interesante. La insolación directa de los rayos de sol sobre nuestro coche hace que el interior sufre el conocido efecto invernadero y que en verano el calor en el interior sea superior al exterior. Esto afecta por supuesto a los materiales degradando mucho más rápidamente la tapicería, salpicaderos, plásticos en general. Pero además hace que necesitemos hacer un uso mucho más intenso de sistema de acondicionamiento de aire del vehículo.
Este uso intenso roba de nuestro coche bastantes caballos de potencia, que pueden llegar hasta 10 caballos en función del tipo de vehículo. Por ello con el uso del sistema de acondicionamiento, aumenta el consumo de combustible y cuanto más subimos la temperatura, más potencia y más gasto.
Las láminas para realizar el tintado de lunas reflejan los rayos solares e incluyen un filtro de rayos UV que llegan a reducirlos hasta en un 99 por ciento. Esto traducido en ventajas es necesitar mucho menos potencia de aire acondicionado para mantener el confort o la temperatura ideal en el interior del vehículo. Así como también evitar la degradación del interior del coche por el efecto perjudicial de los rayos UV.