Os cuento mi experiencia con mi primera moto. Yo tan solo era un chaval y… sin dinero. Hacía tiempo que quería una moto pero… ¿Cómo lo hacía si mi presupuesto no era bajo sino lo siguiente? Pues tenía un amigo mecánico y le pregunté. Él me dio la solución: “¿Por qué no compras una moto de segunda mano muy muy barata y le pones piezas de desguace”, yo que sabía que mi amigo tenía “manos de oro” para hacer este tipo de cosas, confié plenamente en él y me puse a la búsqueda primero de mi moto y luego de las piezas. Para sorpresa mía, me regalaron una moto prácticamente inservible casi de desguace pero que en la estructura exterior estaba perfecta, así es que lo que le faltaba era buscar unas buenas ruedas, un buen motor y algunos otros componentes. Le consulté a mi amigo mecánico y me aconsejó que mirara varios desguaces por Internet, ¿Por Internet?, pues sí, por lo visto los desguaces se han modernizado muchísimo; puedes encontrar tus piezas a golpe de ratón y con total garantía ya que la normativa en torno a desguaces es muy exigente con ellos. Las piezas tienen que ser descontaminadas y analizadas una por una antes de ponerlas en venta; cada pieza tiene una garantía y si te sale defectuosa tienes un tiempo para cambiarla por otra o para que te reembolsen el dinero… vamos, ¡una gozada! así es que miré varios desguaces por Internet, entre ellos desguacesdemotos.net y fui comparando precios a través de sus buscadores de piezas. El resultado: una moto prácticamente nueva y por un precio irrisorio. Mi conclusión: si consigues una buena moto de base, unas piezas de segunda mano de calidad y una excelente mano de obra, puedes conseguir tu moto aunque no sea más que para utilizar por la ciudad.
