En constante búsqueda por crear un rostro que muestre una armonía facial en su conjunto, cada vez son más aquellas personas que deciden acabar con los complejos y la baja autoestima que les produce tener una nariz demasiado grande e incluso torcida. En la actualidad se ha convertido en una de las intervenciones estéticas más solicitadas por los usuarios de los centros de cirugía estética.
El principal objetivo de la rinoplastia es conseguir que cada paciente salga plenamente satisfecho, logrando unos resultados sorprendentes, aportando un aspecto completamente distinto, mejorado, corrigiendo deformidades o posibles anomalías en el hueso de la nariz. Es importante saber que en ocasiones, esta intervención no sólo lleva a cabo por incomodidad a nivel estético, sino que también se lleva a cabo por problemas de tipo respiratorio del paciente.
La rinoplastia aporta beneficios estéticos y funcionales para el paciente, ya que la reestructuración así como recolocación de los cartílagos y huesos de la zona nasal logran que el cliente quede plenamente satisfecho con los resultados, dejando una nariz mucho más bonita y delineada. Ante esta intervención quirúrgica es importante decir que muchos pacientes, después de la misma, no se reconocerán delante del espejo y se sentirán extraños con su nuevo aspecto físico. Esto es importante saberlo para no llevarse sustos a la hora de mirarse en el espejo una vez nos quitemos las vendas.
Y es que los cambios tan importantes realizados en el rostro pueden ser chocantes en un principio, y costará asimilar el nuevo aspecto, nuestro nuevo yo. Por ello si quieres llevar a cabo una rinoplastia debes saber que es muy posible que estés unos días o semanas que no te reconozcas ante el espejo, unos días de desconcierto, algo que con el tiempo se irá solucionando de forma progresiva. Ponerse en manos de profesionales altamente cualificados es vital para que los resultados sean los deseados, de lo contrario, si buscamos la clínica o profesional más asequible corremos muchos riesgos que podremos pagar caro en un futuro.