Despedidas de soltero: ¿Por qué se hacen fiestas?

Ocio y entretenimiento

Se habla mucho sobre cómo preparar las despedidas de soltero, ya sea que se haga una salida con los amigos a un bar popular, o se contrate un servicio profesional lleno de dinámicas actividades y luces de neón, en lugares exóticos cual yates y hoteles de lujo. O incluso se organicen eventos totalmente novedosos como encuentros deportivos de algún juego extremo, paintball o partidos de futbol donde todos son el balón.

Y también se escribe sobre los detalles de la última noche de completa libertad de los prometidos, antes de iniciar la aventura, no menos loca y energética, llamada matrimonio. Y que, por tanto, debe ser aprovechada al máximo, para tener un recuerdo bueno y fresco con que comenzar una existencia en común.

Pero ¿por qué razón se conciben las fiestas? ¿Qué es lo que nos hace querer reunirnos con conocidos, y hasta desconocidos, en espacios llenos de música para bailar y pasar el rato? No hay ninguna investigación científica realizada que dé una respuesta definitiva al respecto, pero se ha sugerido que nuestros deseos de festejar y compartir están directamente relacionados con la biología, o quizás hasta con la genética.

Después de todo, el ser humano podría ser catalogado como una especie social. Que necesita estar constantemente rodeado de sus congéneres para sobrevivir en la naturaleza. Y cada logro a través de los tiempos, aun cuando fuera ideado por un individuo, se trajo a la realidad con el trabajo en equipo de muchos.

Energetic teenager

Hay también un término curioso, momento de vulnerabilidad, socialmente aceptado. Significa que es normal, aunque no obligatorio, que gracias al alcohol, mujeres y hombres pueden hablar de cualquier cosa que les pase por la mente, bailar como si estuvieran solos, dejar de lado las inhibiciones y aumentar la confianza en sí mismos, sin preocuparse por peligros o depredadores mortales.

Así, tiene sentido buscar instintivamente el asistir a eventos sociales, para conocer gente, conversar, relajarse, comer, bailar y olvidarse de las preocupaciones de la vida diaria por unas horas. Un pequeño descanso donde el futuro no es una amenaza incierta, y el pasado no nos pesa en los hombros, porque solo importa la alegría del presente.