El mundo en el que vivimos se ha vuelto altamente competitivo en el terreno laboral. Aunque es cierto que en décadas pasadas, tener un curso de mecanografía era como “lo más” y toda persona que lo poseía tenía un prestigio que no tenían las demás. De este modo podía acceder a trabajos de secretariado, sobre todo en el caso de las mujeres, que en aquel momento eran uno de los mejores trabajos a los que podían aspirar las mujeres.
Aquello de la mecanografía y el secretariado se quedó un poco obsoleto y nadie hablaba ya de ello. Pero lo cierto es que la mecanografía ha demostrado ser algo muy útil y que queramos o no, se sigue teniendo en cuenta cuando miran un curriculum. ¿Por qué? Simplemente porque esa persona va a resultar mucho más rentable a la empresa. No es lo mismo escribir un trabajo, una carta, un email en diez minutos que en media hora. Por lo tanto optar por hacer un buen Tutor de mecanografía, no es mala idea.
Y es que saber mecanografía tiene muchas más ventajas de las que creemos: Además de terminar antes nuestro trabajo, al utilizar los dedos de las dos manos, cometemos menos errores, tenemos menos fatiga dactilar y menos cansancio en general, ya que tardamos menos tiempo. Además nos volvemos más ágiles en otras actividades que requieren de los dedos y podemos escribir sin necesidad de mirar el teclado.
Así es que una buena manera de completar nuestro curriculum es saber mecanografía. Un clásico entre los clásicos junto con el inglés y conocimientos básicos de informática.
¿Cómo debe ser un buen Tutor de mecanografía?
Busca uno que cuente con test de velocidad para ir comprobando tus avances en el tiempo y un marcador para recordar que tienes que hacer los ejercicios.